Antes de empezar con los Ángeles Sangrientos, quiero mencionar a el nuevo elemento Skaven que me ha impresionado muchísimo: la Abominación del Pozo Infernal. Es exactamente eso, una horrible COSA. Y digo cosa porque es imposible llamarla de otra forma. Es un gusano ciego capturado por el Clan Moulder y mutado y mutado y remutado. Pobre bicho, la verdad. Pero de todas formas, el efecto que consigue la miniatura es increíble. Es la más grande de Warhammer, y es espantosa, quita el aliento. Y según tengo entendido, machaca rápida y eficazmente a básicamente todo en el juego, así que mucho cuidado. Ah, y como última advertencia, cuando la matéis, vigilad el cadáver... Nunca se sabe.
Bien, y ahora con los Ángeles. Bueno, empezaré por lo simple: la cañonera Stormraven. Tiene un armamento letal, es rapidísima y encaja bien con el trasfondo rápido y brutal de los Marines Espaciales y concretamente, los Ángeles Sangrientos, pero hay algo que no me convence del todo... Que vuela.
Y me diréis que que tontería, que claro que hay cosas que vuelan en Warhammer 40.000, pero tengo miedo ciertamente a que empiecen a llevar la guerra más y más hacia el espacio. Hablando de Warhammer 40.000 justamente el otro día me preguntaron que por qué se libraban batallas en tierra, y no desde los cruceros. La respuesta tiene varias facetas: sí se libran batallas en los cruceros, y abordajes brutales, y sí que se tienen en cuenta al batallar en tierra (las partidas normales que jugamos). Lo que pasa es que en tierra, ya se ha tenido en cuenta que el planeta asaltado ha sido brutalmente masacrado desde órbita por cruceros y barcazas, por eso todos los edificios están en ruinas, hay cráteres por doquier, y los ciudadanos no son más que sombras proyectadas por bombas atómicas. Pero en muchos casos, un planeta no se conquista desde el espacio, ya que las zonas importantes suelen tener defensas de algún tipo. Y ahí es donde se producen nuestras batallas.
Y precisamente por eso no me gustan las Stormraven, ni las Valkirias de la Guardia Imperial, ni las Arpías tiránidas. Me gusta la guerra simple, pisando el suelo excepto por Incursores volando por todas partes, Land Speeders persiguiéndolos, gárgolas y Guardias Sanguinarios enzarzados en combate, etc, pero nada que salga al espacio. Aunque probablemente sean paranoias mías, y por ello, pido perdón.
Lo que me gusta muchísimo más son los Dreadnoughts. Antes de hablar sobre ellos, que sepáis (breve lección de inglés) lo que significa esa palabra: dread=temer nought=nada . Que no temen a nada. Lo digo porque me han preguntado a veces lo que significa ese nombre tan raro. Yo personalmente creo que es un mote, porque sus hermanos vivos los llaman "Ancianos" o "Hermanos Venerables".
Bueno, y volviendo al tema, ahora han renovado la miniatura del Furioso, y no sólo eso, sino que han añadido al de la Compañía de la Muerte y al Bibliotecario. Explicación breve: un Dreadnought Furioso es lo mismo que uno Venerable para otro Capítulo. Uno de la Compañía de la Muerte es un Dreadnought que ha sucumbido a la Rabia Negra y del tercero no creo que haya nada muy complicado. Ahora, cada uno de ellos tiene sus opciones particulares, y sus bonitos sarcófagos heroicos, todo un reto para los pintores.
Sus funciones en el campo de batalla están claras: el Furioso masacrará, el de la Compañía de la Muerte masacrará, pero sin control, y el Bibliotecario, masacrará potenciado ofensiva o defensivamente por poderes psíquicos. ¿A quién no le aterra una máquina de cinco metros de alto a la que de repente le salen alas de sangre y vuela hacia tus tropas más preciadas?
Y con este bastante breve post, me despido. A ver si acabo los otros, me tendré que poner a ello. Espero que pidiérais mucho a los Reyes, y se portaran bien. Un amistoso saludo.
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